Para saber si estás creando formaciones que enganchen y funcionen, puedes hacerte algunas preguntas como estas:
¿Pongo ejemplos?
¿Muestro casos reales?
¿Comento los errores más comunes?
¿Pido feedback a mis alumnos y lo utilizo para mejorar?
¿Capto la atención o la gente se duerme en mis clases?
¿Les sirve para su caso lo que les cuento? ¿Lo aplican?
Claves para una mejor formación
#1 Hazles protagonistas. No hagas por ellos lo que puedan hacer por sí mismos o por sus compañeros. Muéstrales los errores más típicos. Y solucionalos en tu formación.
#2 Diseña experiencias, no contenidos. ¿Qué tienen qué aprender para pasar del punto A al punto B?
#3 Actívales por completo: mente, cuerpo y emociones.
#4 Conéctales. Genera colaboración y la interacción social entre los participantes para facilitar el aprendizaje.
#5 Añade contraste. Diseña para captar y mantener la atención.
#6 Be water. Escucha, se flexible y adáptate a lo que el grupo necesite.
#7 Céntrate en las posibilidades, no en las limitaciones.